En el corazón de la economía colombiana late un sector crucial que durante años ha sido el pilar del desarrollo rural y la seguridad alimentaria: el agro. Sin embargo, aunque su importancia es indiscutible, el agro colombiano enfrenta desafíos estructurales que no pueden ser ignorados. La agricultura, aunque representa el 8.4% del PIB nacional, de acuerdo con datos del DANE a 2024, no ha catalizado su potencial. De 40 millones de hectáreas disponibles para el desarrollo agrícola, solo 7 millones han sido cultivadas según Minagricultura. La pregunta es: ¿qué ha impedido que Colombia aproveche plenamente este potencial?
Una de las respuestas es la baja productividad y eficiencia del sector agroalimentario. Mientras América Latina y el Caribe crecieron anualmente un promedio del 2.9% en valor bruto de producción agrícola entre 2001 y 2016, Colombia solo alcanzó el 1.7%, a pesar de una inversión relativamente mayor. El país ocupa el puesto 95 de 190 en el ranking de productividad agrícola según la FAO, un indicador claro de nuestro rezago. Además, el envejecimiento de la población productora en el campo es preocupante: el 43% de los agricultores tienen más de 45 años, y menos del 20% son jóvenes, lo que plantea un desafío generacional. La falta de adopción de tecnologías es otro factor clave, solo el 5% de los productores han incorporado algún tipo de innovación en sus procesos productivos (Encuesta Nacional Agropecuaria). Falta mucho camino por recorrer.
Todo reto encarna una oportunidad. El agro colombiano, si bien enfrenta dificultades, también está en una posición única para aprovechar la revolución tecnológica que sacude la industria a nivel global. La llamada Agricultura 4.0 y 5.0 ofrece soluciones tecnológicas concretas y aplicables, desde la automatización de procesos agrícolas hasta la captura y análisis de datos a gran escala. El crecimiento exponencial de la inversión en AgriFoodTech, con un aumento de 7X entre 2012 y 2022 (Afunder), indica que el sector agroalimentario está en medio de un cambio profundo hacia la innovación. Este es EL momento.
En este contexto, creamos AgCenter, una iniciativa entre Proantioquia, Agrilink, Corporación Día, Universidad de Antioquia y un primer capital para probar la hipótesis aportado por la Gobernación de Antioquia. Una plataforma que ha cambiado las reglas del juego y en sus dos años de prueba ha logrado conectar a ocho startups tecnológicas (cinco colombianas y tres latinoamericanas) con grandes empresas del sector agroalimentario y ha acelerado, en el último año, 54 startups latinoamericanas, resolviendo retos de innovación en la cadena. Este modelo, inspirado en hubs globales como Agtechgarage en Brasil y StartLife en los Países Bajos, ha permitido a AgCenter establecer alianzas con seis hubs internacionales, lo que fortalece aún más la cadena de valor agroindustrial colombiana. AgCenter es una realidad.
La transformación del agro está en marcha. Más allá de una reforma agraria o del vaivén de la política, AgCenter es una muestra de que la visión empresarial, la inversión y la colaboración impulsarán esta revolución. El agro en Colombia se potencia con el liderazgo de las empresas, que no solo invierten en la reconversión tecnológica, también son agentes clave en el desarrollo de un campo más eficiente, sostenible y competitivo. Un sector que hará la diferencia en el desarrollo productivo del país.
Con AgCenter buscamos que el agro sea un lugar propicio para la innovación y la tecnología, un terreno fértil para los proyectos de vida de los jóvenes y atractivo para la inversión privada, para el crecimiento del campo colombiano.
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